Los cristianos Bautistas.
Nuestro Señor Jesucristo estableció la primera iglesia en su ministerio personal aquí en la tierra, sus iglesias se han encontrado en toda época de la era cristiana.
Tras los siglos han existido iglesias bautistas, designadas con diversos nombres les fueron aplicados especialmente por sus opresores, aunque estas iglesias no siempre se han llamado “bautistas”, desde el comienzo de la era cristiana, han existido iglesias de doctrina y práctica bautistas.
Los cristianos que morían en los circos romanos lo hacían por la fe del Nuevo Testamento. En la Edad Media nuestros gloriosos antepasados cayeron víctimas de la persecución, innumerables mártires fueron quemados vivos, otros fueron condenados a morir por la espada o por la hoguera, muchos fueron dispersados a otros países donde llevaron su mensaje, extendiéndose la predicación del Evangelio.
Muchos historiadores fidedignos atestiguan de la antigüedad de los bautistas. El cardenal Hosius, quien llegó a ser presidente del Concilio de Trento, declaró en el año 1524:
“Si los bautistas no hubieran sido tan despiadadamente atormentados y pasados a cuchillo durante los últimos doce siglos, al presente pulularían mucho más que todos los reformadores”.
El historiador Mosheim (luterano) manifiesta:
“Antes de la aparición de Lutero y de Calvino existían en secreto en casi todos los países de Europa personas que se adherían tenazmente a los principios sostenidos por los bautistas holandeses modernos”.
La Enciclopedia de Edimburgo (presbiteriana) afirma:
“Sin duda que ya nuestros lectores habrán caído en la cuenta de que los bautistas son la misma secta de cristianos descritos anteriormente como anabaptistas. En efecto, parece que éste ha sido su principal origen, desde la época de Tertuliano hasta nuestros días”.
Ahora bien, Tertuliano nació cincuenta años después de la muerte del apóstol Juan.
La historia bautista sigue su marcha. En la actualidad la difusión de las iglesias bautistas alcanza a casi todos los países del mundo. Chile cuenta con centenares de congregaciones bautistas. Las iglesias bautistas siguen manteniendo el testimonio de la verdad de las Sagradas Escrituras y siguen predicando el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo.
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