“¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto?”.
Texto: Marcos 9:14-27. (21).
Introducción: Una pregunta interesante es la que el Señor hace al padre del joven endemoniado y debe serlo no sólo para este padre, sino para cualquier persona en este tiempo, sea padre o madre, o hijo o hermano, etc. ¿quién no tiene en estos momentos, a su lado a alguien aproblemado, enfermo, desdichado, amargado, endemoniado, perdido, condenado? La pregunta del Señor te hace a ti en esta noche es “¿cuánto tiempo hace que está así?, las posibles respuestas serían a lo mejor:
- Hace mucho tiempo.
- Hace tantos años
- Desde que nació
- De cuando era niño, etc.
Yo diría que está así el equivalente al tiempo en que tú no has buscado la solución correcta, la ayuda del maestro, la misericordia de Dios, creo que muchas veces hacemos muchas cosas para dar solución al problema de nuestros seres amados, pero pocas veces hacemos lo correcto, al padre de este joven endemoniado, le pasó lo mismo que a nosotros, desde niño que le sucedía esto, pero en ese momento hizo lo correcto, pero
¿Qué es lo correcto?
1. Lo llevó a Jesús. Vs. 17 “…traje a ti mi hijo…”.
Nada será más beneficioso para el necesitado que el ser llevado a Jesús. No existe ningún caso en la Biblia, de alguien necesitado, enfermo, endemoniado o perdido, que haya ido a Jesús o haya sido llevado a Él y no haya recibido la misericordia del Señor.
2. Reconoció su incredulidad de tanto tiempo. Vs. 24b. “…ayuda a mi incredulidad”.
Nada es más perjudicial para el necesitado de la gracia y misericordia de Dios que la incredulidad, ya sea la personal si tiene discernimiento del Señor o la del tutor si está en edad de inocencia o inconsciencia.
3. Clamó y creyó en Jesús.(puso en él su confianza).
Vs. 22b. “…si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros y ayúdanos.” Note que la expresión que el padre hace la hace en plural “Ayúdanos”, el joven necesitaba ser sanado y el padre necesitaba creer y dejar su incredulidad.
Vs. 24. “e inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo…”
¿Qué esperas tú, para ayudarte a ti mismo y a los que amas?,
Sólo tres pasos sencillos para seguir el ejemplo de este padre:
- Reconoce tu incredulidad y falta de fe y confianza en el Señor Jesús.
- Ve y llévalo a Jesús, sólo en él hay salvación.
- Clama a Jesús de todo tu corazón, creyendo que él dará una solución a tu vida primeramente, como también a la de tu ser amado.
¡No dejes que pase el tiempo, la necesidad es urgente, ven a Jesús!.
